El uso de la música como herramienta terapéutica tiene un origen muy antiguo, pero no es hasta hace unas décadas cuando toma énfasis como una disciplina bien definida asentada en base a investigaciones científicas.
La relación de la musicoterapia con otras disciplinas como la psicología, la logopedia o la fisioterapia le otorga un valor integral que afecta positivamente a los distintos niveles de la persona, obteniendo grandes beneficios a nivel físico, social, emocional, cognitivo y espiritual ya sea desde las edades más tempranas hasta la vejez.
¿Qué es la musicoterapia y para qué se utiliza?
Se trata de una terapia creativa en la que se utiliza la música y sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) con fines psicoterapéuticos. Se trata de un proceso destinado a facilitar y promover comunicación, aprendizaje, movilización, expresión, organización u otros objetivos terapéuticos relevantes, a fin de asistir a las necesidades de cada persona.
El uso de la musicoterapia es amplio y dirigido al progreso personal y a la superación de múltiples problemáticas en todas las edades y condiciones. Se utiliza como medio para mejorar la calidad de vida usando una comunicación natural y espontánea que permite el intercambio de valores y aprendizajes a través de la música en todas sus expresiones.
¿Cuáles son los beneficios del uso de la música en terapia?
Los beneficios son muchos y abarcan todos los aspectos de la persona. La música crea una atmósfera de alegría y confianza y actúa como una herramienta potenciadora de las habilidades adquiridas, proporcionando también un marco facilitador para adquirir nuevas habilidades.
Entre sus múltiples beneficios podemos encontrar:
- FÍSICOS: Mejora la respiración, los procesos motores, la agudeza auditiva, favorece la relajación, reduce la ansiedad, la apatía, el nerviosismo, mejora el sueño, disminuye la sensación de dolor.
- COGNITIVOS: Mejora la atención y la concentración, la memoria, la orientación, el aprendizaje, mantiene y mejora habilidades verbales y comunicativas, calma la mente.
- EMOCIONALES: Favorece la identidad personal, mejora la autoestima y el autoconcepto, eleva el estado de ánimo, favorece el reconocimiento y la expresión de emociones, la autodeterminación y la autonomía personal.
- SOCIALES: Ayuda a establecer habilidades sociales, favorece la inclusión social y la integración.
- ESPIRITUALES: Facilita espacios de reflexión sobre temas trascendentales, favorece la búsqueda interior y el autoconocimiento y la creatividad.
¿Qué actividades se llevan a cabo en una sesión de musicoterapia?
El proceso de la terapia es abierto, experimental, interactivo y evolutivo, donde los contenidos son dinámicos y se van creando a lo largo del proceso. Es importante definir bien los objetivos y diseñar una intervención personalizada y particular ya que cada caso es único al igual que la persona.
Entre algunas de las actividades que se realizan encontramos por una parte las que son resultado de técnicas activas o creativas y por otra las que derivan de técnicas pasivas o receptivas.
Las actividades activas- creativas tienen que ver con la intervención directa. En estas tareas la persona es protagonista de todo lo que acontece en la sesión reforzando la capacidad para actuar, improvisar o crear música, de manera individual o grupal. En esa improvisación musical se trabaja el área creativa y motriz, así como la concentración, atención y discriminación de estímulos.
Las actividades pasivas-receptivas se centran en la escucha de la música en todos los aspectos. Las personas son más un observador de lo que el terapeuta hace o les hace en la sesión. Entre estas técnicas la más conocida es la de audiciones musicales, que se utilizan como medio de estimulación de la introspección, de la creatividad y de la expresión emocional, a través del lenguaje verbal y no verbal.
El proceso de terapia con música
“Yo no sé, yo no puedo”, “Me siento ridículo/a” y “Me da vergüenza” son algunas de las frases que más pueden escucharse en consulta al iniciar actividades musicales en el proceso de psicoterapia. Es normal. Generalmente no estamos acostumbrados/as a mostrar nuestras habilidades creativas en público a no ser que seamos “expertos en la materia”, artistas. Es más, parece que mostrar nuestra creatividad siempre va a conllevar un juicio por parte de los demás que muchas personas rehúyen por miedo a “sentirse ridículas”. Pues bien, sobrepasar ese obstáculo del miedo inicial a “exponerse a los demás” es en sí sanador. Y la música es algo tan natural en los seres humanos…
La música nos acompaña ya en el vientre de nuestras madres, el latido de su corazón marca ritmos que el bebé siente primero como vibraciones y cuando el oído se desarrolla también como sonidos. Ahí empieza todo, se abre todo un mundo rico en sensaciones. Cierto es que “somos seres sociales” porque necesitamos a los demás, pero también “somos seres musicales”, nuestro corazón, nuestra voz, nuestros pasos al caminar, creamos sonido por naturaleza, vamos marcando un ritmo.
Partiendo de esta idea y basándonos en los gustos y preferencias musicales de las personas que acuden a terapia, se va creando una atmósfera de confianza, seguridad, creatividad y disfrute que hace que pasemos del “Yo no sé, yo no puedo” al “La música me cura,me hace sentir bien”.
La música como herramienta de cambio es potente, inmensamente agradable y muy natural.
Atrévete a cuidarte de una forma diferente, reserva ya tu cita para la consulta de psicología.
¡Te esperamos!